Thursday, 26 February 2015

¡Cuidado con el piso! / Accomodation troubles!!



Cuando supe que tenía prácticas en Barcelona, empecé buscar una habitación en un piso compartido. Me parecía la cosa más apropiada para mejorar mi nivel de español aunque disfrutando de Una Casa de Locos, exacto como en la película. Claro que es un poco cliché. Pero de hecho, no tanto...

Hice mis primeras investigaciones desde Francia, al pensar que sería mucho más fácil que me mude ya teniendo una vivienda. Después de unos rechazos, la gente diciéndome que prefiere conocer me antes de alquilarme una habitación, recibí una llamada de una chica a quien había enviado una demanda. Me explicó “lo todo”, y me dijo que si quisiera que la habitación sea mía, tenía que pagar un medio mes de fianza, un enviarla una foto de la transacción, ya que son un poco más lentas las transferencias a nivel europeo. Lo hice mientras que me pareció muy raro que nunca me hubiera hablado de firmar un contrato. Todo me pareció bien hasta el día cuando llegué. Había cogido el autobús de noche desde Lyón, después de haber viajado desde mi pequeñita ciudad en tren, y no había dormido nada. Eran las 7 de la mañana cuando el autobús llegó a la estación, y había decido coger un taxi hasta el inmueble, para que no´me enzarce demasiado con mis dos maletas y mis dos bolsas. Dio la dirección que me había enviado la propietaria al taxista y me respondió que no estaba en Barcelona sino que en Sant Andría de Besòs. Le dije que mi dueña me aseguró que estaba en Barcelona, pero de hecho el taxista tenía razón: la chica me había mentido. Cuando fui delante del inmueble indicado, llamé al piso que me había indicado ella, pero un hombre bastante irritado me respondió que no esperaba a nadie. Llamé algunas veces a la dueña, sin respuesta. Yo no sabía qué hacer. Decidí ir al consulado de Francia, pensando que me podrían ayudar. Después de haber pagado 40 euros de taxi y esperado durante una hora, expliqué mi problema a un empleado del consulado, que llamó a la chica para obtener una explicación. Le respondió de lo más llanamente que el piso no estaba al tercero, sino que al séptimo, y que el número no era el 2 sino que el 1. La había pedido la dirección dos veces, para tranquilizarme. Todavía no entiendo cómo se puede ser tan irrespetuoso, y reírse de todo el mundo. Y lo que más illustre eso es la frase que me dijo cuando al final llegué al piso: “no entiendo porqué has ido al consulado porque si te habías quedado aquí, te habrías respondido en un momento.” Pero de hecho, solo se trata del primer golpe bajo que me hizo ella.

Un poco después, las temperaturas empezaron a bajar en la ciudad, y por lo tanto, hizo muy frío en el piso. Tenía tan frío que no podía dormir. Pregunté a mis compañeras de piso cómo funcionaba la calefacción, pero ninguna de ellas lo sabía. Una llamó a la dueña y me dio el teléfono. La propietaria me dijo que yo debía aumentar la temperatura en la calefacción central, pero solo durante 2 horas, y no más de 19 grados, ya que “cuesta mucho dinero la calefacción” (mi renta era de 330 euros con los gasto incluidos). De hecho, la chica habría preferido que yo esté enferma en vez de pagar la calefacción. Lo que ocurrió obviamente. E incluso tuve que ir al hospital porque no logré curar.


Por último, una amiga mía estaba sin hogar cuando se mudó a Barcelona y por lo tanto la hospedé. Solo se trataba de algunos días y mis compañeras de piso me habían dicho cuando nos habíamos visto por la primera vez que no las importaba si alguien durmiera a casa. Pero cuando mi amiga vino, mis compañeras de piso llamaron a la dueña, que pidió hablar conmigo. Me dijo que no podía invitar a alguien sin prevenirla, lo que me pareció extraño, ya que estaba mi habitación, que pagaba por ella y que de hecho, pensaba que podía invitar a quien quería. En Francia es esto. También en Inglaterra. Y la propietaria nunca me lo había precisado antes. Al final, me dijo que además, las otras chicas del piso, que ambos eran bastante amigas, la había explicado que era una persona sucia que nunca limpiaba el piso y que de hecho, quizás sea mejor que me vayas. Estaba conmocionada. Tenía mucha fe en la humanidad y no pensaba que alguien podía ser de tal maldad. Lloré mucho, lo confeso, pero después, me dije que la energía que estaba poniendo en mis sollozos, sería más útil si la pusiera en investigaciones para una nueva habitación.
Dos días más tarde, había encontrado un nuevo piso, con gente que querían que la gente “se sienta como en casa, y no como en una habitación que alquila durante algunos meses”. Era exacto lo que quería oír, y después de una media hora de conversación con el chico que proponía la habitación, la alquilé. Lo dijo a mi dueña, al pedir que yo recupere mi fianza. Me respondió que no la había prevenido dos semanas antes de irme, y que por lo tanto, no me devolvería mi dinero. El mundo al revés: ¡me amenazaba de echarme del piso y cuando me iba, estaba furiosa!
Fortunadamente, Jessica me habló de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), diciendo que yo debería llamarlos, desde la oficina ya que no tenía un móvil español, porque son intermedios entre las dos partes de un conflicto, y que intervienen antes de la policía, que de todo modo necesitaba que ir a ver ya que había conservado las llaves del piso (única esperanza para recuperar mi fianza). También me explicó Jessica que podía imprimir las conversaciones Whatsapp que tuve con la dueña, como prueba.
Todavía no sé si recuperaré mi dinero, pero ¡seguro que me batiré! Y de hecho, comparto mi nuevo piso con la gente más adorable y divertida del mundo, ¿qué más podría pedir?

La moraleja de esta historia es que siempre tienes que chequear las informaciones antes de pagar algo, y si la persona no te propone firmar un contrato, probablemente no es una buena idea eligir esta habitación. 

¡Cuidado amigo! =)





Accomodation troubles!


When I knew that I got an internship in Barcelona, I started to look for a room in a shared flat. I thought it was the most appropriate thing to do to improve my Spanish skills while enjoying The Spanish Appartment, exactly as in the movie. It is a bit cliché I assume, but actually, not that much...

I did my first research in France because I thought it would be much more easier to move to Spain if I've already had an accomodation. After a few refusals – people told me that they'd rather meet me before renting a room – a girl called me after I sent her a message. She explained “everything” to me and then she said that if I wanted the room, I had to pay half-a-month deposit and send her a picture of the transfer, as they are a bit slower at the European level. I did it even though it seemed a bit weird to me that she'd never told me about signing a contract. Everything sounded good until the day I arrived. I had taken the night bus from Lyon, after travelling from my little town by train; I did not sleep. It was 7AM when the bus arrived and I had decided to take a taxi to the building, in order not to be bothered with all mi luggages. I gave the address the landlady sent me to the taxi driver, who answered that it was not in Barcelona, but in Sant Andría de Besòs. I said to him that the landlady assured me it was in Barcelona, but actually, he was right: she lied to me. When I found myself in front of the building and rang the flat a quite irritated man answered that he was not expecting anybody. I called a few times the landlady, with no answers. I did not know what to do. I finally decided to go to the French Consulate, as I thought they could help me. After I paid 40 euros for the taxi and waited an hour, I explained my issue to a consulate employee, who called the landlady in order to get an explanation. She answered to him quite simply that the flat was not in the third floor, but in the seventh, and that it was not the number 2, but the number 1. I had asked her twice to be sure. I still don't understand how you can be so direspectful and not care about a single thing. And what illustrates it the most is the sentence she said to me when I finally arrived to the flat: “I don't understand why you went to the consulate because if you had stayed here, I would have answered you eventually.” It was actually just the first thing she tricked me with.

A bit after, the temperature started to drop in the city and the flat was really cold. I was so cold that I couldn't even sleep at night. I asked the mates how the heating works but none knew. One of them called the landlady and gave phone to me. She told me that I had to raise the temperature to 19 degres because “the heating costs a lot” (it was suppossed to be included in the rent). Actually, she would have prefered me to be sick rather than paying for the heating, and obviously, that's what happened. I had to even go to the hospisal because my cold became so severe and I needed medicine.


Finally, a friend of mine was on the streets when she arrived to Barcelona, so I took her in for a few days. I was told by my flat-mates the first time we met that they did not care about someone sleeping over for a few nights. But when my friend arrived, they called the landlady, and she asked her to speak to me. She said to me that I couldn't invite someone without her permission, what I found quite weird as I was in my room, paying for it, and so I thought I could invite whoever I wanted. In France, things are like that, and so are in England. Moreover, she had never told me such a thing before. In the end, she told me that the other girls, who were friends, reported to her that I was dirty, not doing housework, so that it would be better if I move out. I was shocked. I had faith in the humanity and I didn't think it was posible for someone to be so mean. I cried a lot, I admit it, but after that, I told myself that the energy I was wasting on crying would be better used on finding a new place.
Two days later I had found a new flat, with people who wanted that their flat-mates “feel like home, not just like in a room they live in for a few months”. It was exactly what I needed to hear and after half an hour chatting with the man who was offering the room, I took it.
I said it to the landlady, and I asked her when I could recover my deposit. She answered that I hadn't informed her two weeks before leaving, and therefore, she won't give me my money back. It was topsy-turvy: she threatened me to throw me out and when I left, she was furious!
Fortunately, Jessica told me about the OCU (Organisation of Customers and Users), saying that I should call them (from the office as I didn't have a Spanish phone) because they are mediators between both parties of a conflict, and take action before the police, where i should go anyway as I kept the keys of the flat (my only hope to recover my money). Jessica also explained to me that I could print the conversations I had with the landlady via Whatsapp, as an evidence.
I still don't know if I am going to recover my deposit, but it's sure that I am going to fight for it! And actually, I now share a flat with the sweetest and funniest people in the world, what else?

The moral of the story is that you ALWAYS have to check the information before paying anything, and if the people don't offer you to sign a contract, it is probably not a good idea to chose this room.

So be careful, my fellow interns! =)



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